lunes, 14 de septiembre de 2009

ISABEL LA CATÓLICA " EN CÁJAR"

Aseguro que los habitantes de Cájar participaron en la batalla de la Zubia en 1491.
Sucedió que, estando la reina Isabel en el campamento de Santa Fé, quiso observa la ciudad de Granada desde su parte sureste y lo más cerca posible.Pensaba que los moros estarían
dentro de la ciudad, reorganizándose, y no atacaría.
Los cristianos, por su parte, tenían orden de no presentar batalla.Salió la comitiva, formada por lo más escogido del real:reyes, infantes, damas y lo más distinguidos caballeros; atravesaron la Vega y llegaron hasta la Zubia. Nos lo cuenta Bernáldez: " E fuéronse a poner en unas aldeas que llaman La Zubia, que están como fuera del real a mano izquierda de la ciudad muy cerca de ella,
de donde se parece lo llano de la ciudad...."
Al hablar de aldeas, en plural, se supone que había más de una.
No cabe duda de que en ese lugar la aldea más próxima es Cájar y si queremos pensar en añadir otra elegiríamos Huétor.
Las fuerzas, que acompañaban a la reina, se pusieron entre la Zubia y Granada, por la zona de la acequia gorda,que se encontraba jalonada de torres defensivas del pago del lunes por la mañana y el lunes por la tarde, hay restos de una de estas torres, que los vecinos llaman el torreón; además en el comienzo del camino del ramal del lugar hay restos de una cruz. con inscripción, que según cuentan conmemora la batalla de la Zubia. Esto favorece la idea de que la batalla fue en Cájar.
Washington Irvig, tomado datos de Pietro Márttyr, Lib.4-espist.90, cuenta que ascendieron por la ladera sobre el poblado y que la vista desde alli era la más hermosa.Esto nos da idea de que subieron por los llanos de Cájar y la Zubia.
En esto los musulmanes, viendo las fuerza cristianas pensaron que los atacarian y salieron en su busca, para evitar que llegaran a las puertas de la ciudad.
La batalla fue encarnizada y feroz. Los musulmanes, con gran cantidad de bajas, tuvieron que retirarse siendo perseguidos hasta las mismas murallas de Granada.
Cuenta la tradición que la reina y sus damas , para librarse del peligro de la lucha, se escondieron detrás de unos laureles y la reina prometió que, si salían con bien de aquel apuro, levantaria en ese lugar un convento. Esto no deja de ser una tradición con visos de leyenda, pues la mayoria de los cronitas de la época que la misma reina y sus armas se refugiaron en una casa particular.Esta opinión
parece más acertada; pero también es verdad que la reina, más tarde, fundó el convento de san Luis.
Algunos de los caballeros cristianos que participaron en la contienda, pensaron que, al retirarse ellos a santa fé .volverían a salir los moros para recoger a sus muertos.Decidieron quedarse para hacerles una emboscada; pero un centinela, que estaba en la copa de un álamo, los vio y dio aviso a Ganada indicando que estabn cerca de Armilla.Los granadinos, ayudados por esfuerzos de la Alpujarra y del valle de Lecrín, que habían venido al tener noticias del combate de la mañana, atacaron por sorpresa a los emboscados, matando e hiriendo a muchos de ellos.Para entorpecer la retirada de los cristianos abrieron las acequias e inundaron los campos.
Alli murió el alcalde de Osuna y perdieron la vida también otros muchos caballeros de los más esforzados del ejército castellano. Fue herido Don Gonzalo de Córdoba, cuyo caballo fue muerto en Baeza Don Iñigo de Mendoza le prestó su caballo.
El resumen de lo que fue ese di lo describe perfectamente Pérez del Pulgar con estas palabras: " En el real esa noche hobo tristeza. Pero no mayor que llanto en la ciudad....."

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